¡Hola curiosos!
Hoy querría hacer una entrada importante para mí, ya que estoy profundizando en el tema a nivel profesional y me parece muy interesante: Alzheimer y Educación Física
La
población total de la Tierra es, en nuestros días, de 7.253.260 millones de habitantes.
De este total, el 17’1% son personas de
entre 50 y 69 años, y el 5’5% mayores de 69 años (INE, 2015). Estos datos
demuestran que vivimos en una sociedad envejecida, que sigue aumentando cada
vez más.
The highesr rate or aginf involves
a paralallel increase in diseases associated with eldery people. (Timiras P.,
1997)
Hoy querría hacer una entrada importante para mí, ya que estoy profundizando en el tema a nivel profesional y me parece muy interesante: Alzheimer y Educación Física
El
aumento del envejecimiento conlleva un aumento paralelo de enfermedades que se
asocian a la vejez (Timiras P., 1997). La demencia es una de las enfermedades
que está presente en nuestra población adulta, además, el riesgo de padecerla
aumenta con los años, de modo que se duplica, apartir de los 65 años, cada 5
años(Querfurth and LaFerla, 2010) . Exiten múltiples tipos de
demencia y con diferentes etiologías, que afectan a unos 24.3 millones de
personas en el mundo (Blankevoort et al., 2010). Estos hechos causan un enorme
impacto en los gastos sanitarios y de ayudas de los países, además de que
producen un descenso elevadísimo de la calidad de vida de las personas que la
padecen y su entorno (Trahan MA., 2014). Todo esto hace necesaria una
interveción enfocada a la prevención y el tratamiento de estas enfermedades.
En
este sentido, cabe recalcar el papel beneficioso que lleva a cabo la actividad
física en las personas mayores, en especial, en las que padecen demencia. Numerosos
son los estudios que demuestran, de un modo u otro, que el ejercicio físico
conlleva efectos beneficiosos en las personas con DCL y Alzheimer (Ortega V. et
al. 2014; Tortosa-Martínez J. Et al., 2014; Behrman S. Et al., 2012;
Blankevoort et al., 2010; Bowes A. Et al., 2013). Tampoco podemos olvidar
aquellas investigaciones que muestran un papel protector contra la adquisición
del Alzheimer (Kemoun et al., 2010; Fratiglioni et al.,
2004; Rovio et al., 2005).
Pese a que los
estudios sean pocos y distantes entre sí, la actividad física parece repercutir
de manera positiva en las personas con demencia, sobre la salud, algunos
componentes físicos, pero sobretodo en
la mejora de las funciones ejecutivas (Heyn P. Et
al., 2004 citado por Kemoun
et al., 2010); éstas son una serie de procesos de
cognición complejos que permiten adaptar el comportamiento al contexto de
manera flexible; las habilidades comunicativas y funciones cognitivas (Lautenschlager N.T., et al., 2008).
Además, dentro del cuadro clínico de la persona con Alzheimer encontramos
diversos trastornos en el sistema músculo-esquelético, que nos llevan a una
mayor relevancia en la búsqueda de una mejora de las capacidad físicas
asociadas a la actividad física.
Dicho todo esto, es importante que todas aquellas personas que tengan Alzheimer practiquen actvidad física: de tipo aeróbico (donde los resultados han sido evidentes en cuanto a mejorías en la enfermedad), en los que además se introduzcan ejercicios de doble tarea y de memoria y esfuerzo perceptivo y cognitivo. De esta manera se trabaja la mente a la vez que se guarda la forma física.
Por otro lado, no debemos olvidar que las personas con demencia suelen ser personas mayores, con lo cual en el condicionamiento físico no se puede obviar el trabajo de fuerza y de amplitud de movimiento.
En definitiva, los programas de actividad física para personas con Alzheimer son totalmente recomendables y beneficiosas, por ello hay que promoverlas más.
In today’s world, there are 7.253.260
million people, all over the Earth. 17’1% of this population are men and women
between 50-65 year-old, and 5’5% are more than 69 years old (INE, 2015). These
data demonstrate that we live in an aging society which is increasingly aging.
Dementia is one of the diseases that
is there in force in our days in adult population. There are several types of
dementia and with different etiologies, affecting some 24.3 million people
worldwide (Blankevoort et al., 2010).
These facts causes a enormous
impact in sanitary costs and helps for countries, while are producing a
extremly high decline in the quality of life of people who have the diseases
and their relatives.
For
these reasons, it is necessary an intervention aimed at the prevention and
treatmen of these disorders.
Alzheimer and MCI (Mild Cognitive Impairment) are two of
the most common types of dementia (currently 650,000 cases in Spain); both of
them are the aim of this article, as well as searching the best methods of
treatment.
Alzheimer's disease is a
neurodegenerative disease that destroys brain cells, causing a progressive
deterioration of cognitive functions such as memory, problem solving, spatial
orientation and thought (Rimmer & Smith, 2009).
The impact on everyday actions are great,
and some people with the disease have behavioral problems like excitement, violence,
passivity(Onor et al., 2007; Rimmer & Smith, 2009).
The DCL could be defined as a
transitional stage between normal aging and one with dementia. People with serious
memory deficits but no other cognitive deficits level or those with small
alterations in several cognitive areas are not considered patients with
dementia, for lack of clinical criteria. Despite this, many cases of DCL
(especially the amnestic type) lead to dementia, particularly Alzheimer's (R.
Dela Vega, 2008).
Although studies are few and far between them, physical activity seems to have a positive impact on people with dementia; in their health, some physical capacity, but above all on improving executive functions (Heyn P. et al, 2004 cited by Kemoun et al, 2010).; these are a deal of complex cognition processes that permit us to adapt our behavior to the context; communicative skills and cognitive functions (Lautenschlager NT, et al., 2008). Furthermore, within the clinical picture of the person with Alzheimer, it have been founnd disorders in the musculoskeletal system, so because oh that do exercise ir more important.
For this reason, it is important that all those who have Alzheimer, practice physical activity: aerobic exercise (where the results have been evident, with improvements in disease), also exercises with dual task and memory, and perceptive and cognitive effort.
On the other hand, we must not forget that people with dementia are often elderly, which in physical conditioning can not ignore the work of strength and range of motion.
To sum up, physical activity programs for people with Alzheimer's are fully recommended and beneficial, so we need to promote them more.
Autora: Cantos, C.
Fuente principal: Kemoun, 2010.
Fuente principal: Kemoun, 2010.
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